Yo, no soy yo

Yo, no soy yo

Lo he intentado; os juro que lo he intentado.

Cientos y cientos de veces me han dicho “tienes que comportarte como una señorita”.

Creo que siempre lo he sabido, pero nunca me atrevía a decirlo en voz alta.

Día tras día observaba al resto de niñas e intentaba imitarlas para contentar a mi madre. Me ponía vestidos con flores y baberos, zapatos de charol negro y calcetines de hilo. Sin embargo, por dentro me moría por llevar deportivas Air Jordan, unos vaqueros anchos y caídos y una camiseta ancha que ocultase los pechos que comenzaban a tomar su forma adulta.

Creo que, si hubiese nacido en la Edad Media, me habrían quemado por bruja. Las niñas no pueden tener estos pensamientos que a mí me invaden, estos deseos que tengo en secreto cuando mis compañeras de clase se están cambiando de ropa en la clase de gimnasia. Yo intento esconderme dentro del pequeño cubículo del WC, para evitar sus miradas y también la tentación. No me gusta que miren este cuerpo. Un cuerpo que mi madre dice que es precioso y sinuoso.

Sin embargo, siento que no encaja conmigo. Para mí es tan raro como tener un unicornio de mascota.

Pero no tiro la toalla, hallaré el mapa que me lleve por mi camino, pese a lo que mi madre y el resto de la gente que realmente no me conocen. A pesar de no estar contento con mi cuerpo, sé que conseguiré aceptarme como soy, y superar lo que socialmente se espera de los chicos como yo.

Autora

Aida Muñoz

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